La vivienda se ubica en una parcela de forma irregular en la urbanización “La Rosaleda” de Logroño, La Rioja.
 
El juego de volúmenes con la contundente geometría, combinado con los distintos revestimientos dotan al edificio de un carácter más contemporáneo.
 
A nivel funcional, la vivienda se abre al sur, donde se ubica la zona de esparcimiento, dejando una fachada más opaca hacia la orientación norte y hacia el vial público. Dispone de dos plantas alzadas diferenciando la zona de día de la zona de noche y un sótano bajo rasante para usos anexos.
 
Para dotar de mayor iluminación y ventilación natural a los espacios de circulación interior se dispone de un patio abierto que a su vez favorece tanto el acceso como la iluminación natural a la planta de sótano.
La vivienda está dotada de aislamiento térmicos y de unas instalaciones de altas prestaciones, incluyendo sistemas de autoconsumo.